Economía

Identifican más de 250 pasos fronterizos clandestinos en Bolivia utilizados para el contrabando

El Comando Estratégico Operacional de Lucha Contra el Contrabando (CEO-LCC) informó sobre la existencia de más de 250 pasos fronterizos clandestinos en Bolivia, utilizados frecuentemente por contrabandistas. Ante el crecimiento de estas rutas ilegales, el Gobierno ha decidido intensificar los operativos mediante el despliegue de un plan integral.

El viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Luis Amilcar Velásquez, advirtió sobre el impacto negativo de estas actividades ilícitas en la economía del país y presentó el «Plan Integral Soberanía», una estrategia que busca frenar el avance del contrabando en las regiones fronterizas más críticas, especialmente aquellas colindantes con Chile y Perú.

Estrategia en tres líneas de acción

El Plan Integral Soberanía se estructura en tres niveles de interdicción:

  1. Fronteras: Refuerzo de la vigilancia en puntos estratégicos, donde el contrabando es más activo.
  2. Carreteras principales: Instalación de controles aduaneros en rutas utilizadas para el transporte de productos ilegales.
  3. Mercados internos: Inspecciones coordinadas con instituciones como el Comité de Seguridad Alimentaria para prevenir la comercialización de bienes de contrabando.

Según Velásquez, estas medidas buscan no solo combatir el ingreso de productos ilegales al país, sino también frenar el contrabando a la inversa, que consiste en la salida de productos de la canasta familiar hacia países vecinos, afectando el abastecimiento interno.

Contrabando y clanes familiares

El viceministro destacó que gran parte de los pasos fronterizos clandestinos son controlados por clanes familiares, quienes operan de manera organizada, dificultando los esfuerzos de las autoridades. «El contrabando no solo perjudica la economía nacional, sino que también representa un grave peligro para quienes trabajan en combatirlo», afirmó Velásquez.

En lo que va de 2024, se han registrado 16 fallecimientos en enfrentamientos entre contrabandistas y fuerzas de seguridad, la mayoría en las regiones fronterizas con Chile y Perú, donde el contrabando se ha intensificado significativamente.

Desafíos y objetivos

A pesar de los avances en la implementación del plan, las autoridades reconocen que la lucha contra el contrabando es un desafío constante. Las rutas ilegales continúan expandiéndose debido a la adaptabilidad de los contrabandistas, quienes buscan nuevas formas de evadir los controles.

El Gobierno boliviano reafirma su compromiso de combatir este flagelo, que no solo perjudica la economía, sino que también pone en riesgo la seguridad alimentaria y la estabilidad del mercado interno. «Nuestra prioridad es proteger la soberanía económica de Bolivia y garantizar que los productos lleguen a quienes más los necesitan», concluyó Velásquez.

Este enfoque integral, apoyado por operativos continuos y la cooperación interinstitucional, busca desmantelar las redes de contrabando y reducir su impacto en el país. Sin embargo, la efectividad de estas acciones dependerá de la capacidad de las autoridades para mantener la vigilancia y adaptarse a las tácticas de los contrabandistas.

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