La primera Navidad se celebró el 1645
Hoy, 31 de diciembre, se conmemora uno de los momentos más significativos para el mundo cristiano: la primera celebración de la Navidad. Hace exactamente 1645 años, la humanidad marcó el inicio de una tradición que ha trascendido generaciones, un evento que hoy conocemos como la Navidad.
El origen de esta celebración tiene sus raíces en los evangelios de Lucas y Mateo, los cuales narran el nacimiento de Jesucristo en Belén, una pequeña ciudad en la actual región del Oriente Medio. Sin embargo, lo que no especifican estos textos sagrados es la fecha exacta de su nacimiento. Fue, en realidad, el emperador Constantino quien, casi cuatro siglos después, en el año 379 d.C., fijó el 25 de diciembre como la fecha para conmemorar este acontecimiento.
¿Por qué el 25 de diciembre? La elección no fue casual. En esa época, en el imperio romano, se celebraban diversas festividades paganas alrededor del solsticio de invierno, que caía justamente en esa fecha. Entre estas celebraciones estaban las Saturnales, fiestas dedicadas al dios Saturno, y el Sol Invictus, que celebraba el solsticio como el retorno de la luz. Constantino, con la intención de convertir a los romanos paganos al cristianismo, eligió esta fecha para superponer las prácticas cristianas sobre las antiguas celebraciones paganas. Esta estrategia permitió que las festividades cristianas fueran más fácilmente aceptadas y asimiladas por la población romana.
Además, el Papa Julio I respaldó esta decisión, lo que consolidó el 25 de diciembre como el día oficial para la celebración del nacimiento de Jesús. A pesar de que estudios recientes sugieren que Jesús pudo haber nacido en primavera, la fecha elegida sigue siendo la más importante para la tradición cristiana.
Con el tiempo, la Navidad se fue universalizando más allá de sus orígenes religiosos, convirtiéndose en una oportunidad de reencuentro y celebración para personas de diferentes culturas y creencias. A lo largo de los siglos, las costumbres y las celebraciones relacionadas con la Navidad han evolucionado, pero el espíritu de solidaridad, familia y paz que la caracteriza sigue vivo.
Hoy, la Navidad es un fenómeno global, que une a millones de personas alrededor del mundo, independientemente de su religión o origen cultural. Aunque las raíces históricas de esta festividad están firmemente ancladas en la historia cristiana, lo que comenzó como una conmemoración religiosa se ha transformado en un evento transnacional que celebra la unidad, la alegría y el renacimiento de la luz.