El impacto genético entre Homo sapiens y neandertales
Los científicos han confirmado que los humanos actuales somos el resultado de un cruce ocurrido hace aproximadamente 45,000 años entre los Homo sapiens y los neandertales. Este evento histórico ha dejado huellas imborrables en nuestro ADN, y aquí te damos todos los detalles sobre este fascinante descubrimiento.
Entre hace 60,000 y 40,000 años, los primeros humanos modernos, los Homo sapiens, salieron de África y llegaron a Eurasia, un territorio que ya estaba habitado por los neandertales desde hacía 300,000 años. Todo indica que ambas especies coexistieron y se mezclaron. La prueba más contundente está en nuestro ADN: las personas actuales que no son de origen africano tienen entre un 1% y 3% de ADN de origen neandertal.
Aunque este dato ya era conocido por la comunidad científica, no se sabía con precisión cuándo ocurrió este cruce. Sin embargo, una investigación reciente publicada en la revista Nature ha revelado que este evento comenzó hace 50,500 años y se extendió durante 7,000 años, periodo en el que ambas especies coexistieron y se entremezclaron. Posteriormente, los neandertales empezaron a desaparecer, dando lugar al Homo sapiens actual.
En estos 7,000 años de cruce, el Homo sapiens, a través de la selección natural, conservó los genes neandertales que resultaban ventajosos para sobrevivir en un continente nuevo. Estos genes, que aún conservamos, están relacionados con la pigmentación de la piel, el metabolismo y el sistema inmunitario, aunque su distribución varía según las poblaciones. Por ejemplo, los asiáticos orientales tienen un 20% más de genes neandertales que los europeos o los asiáticos occidentales.
Este descubrimiento fue posible gracias al análisis de genomas antiguos, que conservan rastros de un linaje de personas que salieron de África hace 50,000 años y comenzaron a dispersarse por Eurasia. Según una reconstrucción, los humanos modernos antes de este cruce tenían la piel y el cabello oscuros y los ojos marrones.
La ciencia sigue desentrañando los misterios de nuestros orígenes, y estos hallazgos nos ayudan a entender cómo los genes heredados de los neandertales han influido en nuestra evolución y adaptación al mundo que habitamos hoy.