Nicolás Maduro aislado y bajo presión internacional por el fraude electoral en Venezuela
Nicolás Maduro parece estar más solo que nunca. En un momento donde no solo enfrenta la crítica de líderes internacionales, también ha decidido declarar una guerra abierta contra las redes sociales y hasta influencers. Después de una movilización mundial el sábado 17 de agosto, ha quedado claro que Maduro está perdiendo el poco apoyo que le quedaba.
Miles de venezolanos salieron a las calles en protesta, exigiendo el respeto por el triunfo de Edmundo González en las recientes elecciones y rechazando lo que llaman un fraude electoral orquestado por Maduro. Desde Caracas hasta París, Madrid, Tokio y más de 300 ciudades en todo el mundo, las manifestaciones se multiplicaron, poniendo en el centro de la atención internacional la crisis política en Venezuela.
Un punto crucial que se está discutiendo es la postura de Brasil, Colombia y México. Lula da Silva y Gustavo Petro, quienes alguna vez apoyaron abiertamente a Maduro, ahora proponen soluciones más neutrales como un gobierno transitorio y nuevas elecciones. Sin embargo, tanto el chavismo como la oposición han rechazado estas propuestas, y Maduro sigue en su postura de no ceder terreno.
Por otro lado, Maduro ha roto relaciones con plataformas como WhatsApp, ha culpado a TikTok e Instagram por la difusión de mensajes de odio, e incluso acusó a estas redes de bloquear su contenido. “TikTok me suspendió, quien se mete conmigo se seca”, fue una de sus declaraciones más recientes.
Han pasado más de 20 días desde las elecciones y el Consejo Nacional Electoral (CNE) no ha mostrado las actas que avalen la victoria de Maduro, mientras que la oposición afirma tener pruebas claras de la victoria de González con un 70% de los votos.
María Corina Machado, una de las líderes más destacadas de la oposición, asegura que las protestas continuarán. A Maduro se le ha ofrecido exilio o refugio en un lugar seguro, sin temor a represalias, pero lejos de aceptar, ha decidido radicalizarse y ordenar la represión de los manifestantes. Si antes era cuestionado pero aún llamado presidente, hoy en día en la comunidad internacional ya lo llaman dictador.
Este panorama refleja la creciente presión sobre Nicolás Maduro y la profunda crisis de legitimidad que enfrenta en Venezuela.