Politica

La COB se declara en emergencia y rechaza diálogo con evistas

Hay descontento por la toma de cuarteles

La Central Obrera Boliviana (COB), la principal organización sindical del país, se declaró en estado de emergencia debido a la creciente inestabilidad social y rechazó cualquier diálogo con sectores afines a Evo Morales. Según el secretario ejecutivo de la COB, Juan Carlos Huarachi, los conflictos actuales son provocados por «apetitos personales» y personas «ególatras» que, afirma, han perdido el horizonte de sus luchas sociales.

La postura de la COB responde a los bloqueos de carreteras que, desde hace 23 días, afectan a Bolivia. Estas movilizaciones, impulsadas por sectores «evistas», han aislado a Cochabamba y están generando inestabilidad en todo el país. Huarachi advirtió que estos bloqueos están violando el estado de derecho y poniendo en peligro la paz social. “Nos declaramos en estado de emergencia y en pie de lucha contra estos sectores destructivos, radicales y subversivos”, afirmó.

Los bloqueos han ocasionado que el diálogo entre el Gobierno y los sectores evistas, quienes exigen la intervención de organismos internacionales, se vuelva cada vez más complicado. Morales, líder del movimiento, ha pedido entablar negociaciones para resolver el conflicto; sin embargo, Huarachi rechazó cualquier acercamiento debido a los incidentes que han marcado esta medida de presión, incluyendo la toma de instituciones y enfrentamientos con las fuerzas policiales en el trópico de Cochabamba.

Huarachi fue claro al declarar: “Ya no puede haber diálogo con quienes han protagonizado un alzamiento armado y tomado cuarteles. Se tuvo espacio para dialogar y rescatar las demandas sociales, pero ahora se ha traspasado un límite”. Desde su perspectiva, los métodos de los sectores evistas han distorsionado las movilizaciones sociales y están afectando la seguridad de los ciudadanos.

Además de los bloqueos, el secretario de la COB señaló otros problemas que afectan a Bolivia, como la escasez de dólares, la falta de combustible, y el incremento de la especulación en productos de la canasta familiar. Huarachi hizo un llamado al Gobierno para que solucione estos problemas de manera urgente, ya que están agravando las dificultades de la población.

Esta postura de la COB refleja la creciente división dentro de los movimientos sociales en Bolivia, que ahora se enfrentan no solo al Gobierno, sino también entre sí. El rechazo al diálogo con los sectores evistas, junto con las demandas de estabilidad, resalta la tensión en el país, donde tanto los conflictos sociales como la crisis económica están impactando profundamente en la vida cotidiana.

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