Crisis en Bolivia Octubre marcado por incendios escasez de combustible y aumento en la canasta familiar
Bolivia comenzó octubre enfrentando una crisis económica alarmante, caracterizada por un notable aumento de precios en productos básicos como el arroz, la carne de res y el pollo. A esto se suman las largas filas en las estaciones de servicio en busca de gasolina y diésel, así como la devastación ambiental provocada por incendios forestales, que han consumido más de 10 millones de hectáreas, estableciendo un récord histórico.
La situación del arroz es particularmente preocupante. Su precio ha escalado de 230 a 400 bolivianos por quintal. La Federación de Cooperativas Arroceras ha emitido una alerta sobre un posible déficit de 200,000 hectáreas de arroz en el mercado interno, que podría extenderse hasta febrero de 2025. Los productores explican que, de las 120,000 hectáreas programadas para la cosecha, solo se han logrado cultivar 880,000 debido a la falta de lluvias y sequías prolongadas. Además, la escasez de dólares ha obstaculizado la importación de arroz desde Argentina, que solía cubrir parte de la demanda local.
Por otro lado, la falta de carne también ha generado preocupación. El Departamento de Control de Productos ha informado que los incendios han afectado tanto los pastizales como los sistemas de acuíferos. Desde el gobierno, se señala que intermediarios están transportando la carne bovina hacia las fronteras con Perú y Argentina, donde se vende a un precio superior, alcanzando más de 50 bolivianos por kilo.
La crisis del combustible se ha intensificado, provocando la reaparición de filas en diversas ciudades. A pesar de que la Agencia Nacional de Hidrocarburos asegura que el abastecimiento es normal, la realidad en las calles sugiere lo contrario.
En cuanto a la salud pública, el Oriente boliviano se ve afectado por el humo de los incendios. La calidad del aire en la capital cruceña alcanzó un alarmante índice de contaminación de 434, lo que indica que los cruceños están respirando un aire extremadamente peligroso. En las comunidades cercanas, la situación es aún más grave, lo que pone en evidencia la necesidad urgente de abordar no solo la crisis económica, sino también los problemas ambientales que afectan la vida cotidiana de los bolivianos.
La combinación de estos factores destaca la gravedad de la crisis que atraviesa Bolivia en octubre. La población enfrenta desafíos sin precedentes que requieren atención inmediata y soluciones efectivas para mitigar el impacto de esta situación.