Economía

Gobierno amplía plazo para normalizar abastecimiento de combustible en Bolivia a 17 días

El Gobierno de Bolivia ha extendido nuevamente el plazo para normalizar el suministro de combustibles, estableciendo ahora un periodo de 17 días para resolver la escasez que afecta a varias regiones del país. Las largas filas en los surtidores persisten, pese a la conclusión de los bloqueos promovidos por el sector evista, situación que, según las autoridades, había dificultado la distribución normal de gasolina y diésel en las últimas semanas.

Hace pocos días, el ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, aseguró que la situación se regularizaría para el fin de semana pasado. En ese momento, Gallardo declaró que “cerca al fin de semana, vamos a comenzar a regularizar lo que es la distribución de combustible”. Sin embargo, el abastecimiento no se logró estabilizar en el plazo anunciado, y las filas de vehículos en busca de combustible han continuado, afectando a sectores como el transporte y el comercio.

En una nueva declaración, el presidente Luis Arce anunció que el plazo para garantizar la provisión de combustibles será de aproximadamente 17 días a partir de la última semana. “Estamos previendo que en diez días, a partir del día miércoles que empieza el cómputo, vamos a resolver este tema de la falta de provisión de combustibles”, indicó el mandatario. Esto significa que, de acuerdo con el cálculo del Ejecutivo, para mediados de noviembre deberían eliminarse las filas en los surtidores.

Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) ha reconocido dificultades logísticas en el proceso de abastecimiento, indicando que actualmente se están cargando las cisternas de combustible al 60% de su capacidad, lo cual ha impactado en la distribución de manera significativa. La Asociación Nacional de Surtidores Comercializadores Privados de Hidrocarburos (Asosur) también ha manifestado su preocupación y ha señalado que, además de los problemas en YPFB, la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) presenta fallas en la logística de distribución.

Ante esta situación, la incertidumbre y el malestar crecen en la población, especialmente entre los sectores que dependen diariamente del combustible para sus actividades laborales. Las largas filas en las estaciones de servicio y la espera prolongada para cargar gasolina o diésel han afectado gravemente el transporte público y privado, lo que a su vez ha incrementado los costos de transporte en algunas regiones del país.

El Gobierno se ha comprometido a resolver este desabastecimiento en el plazo anunciado y ha explicado que se están realizando esfuerzos para mejorar la logística y optimizar el transporte de combustibles a través de las distintas regiones afectadas. La falta de combustible ha sido atribuida a varios factores, incluyendo problemas de importación y distribución, sumados al impacto de los bloqueos en las últimas semanas.

Mientras tanto, sectores como el transporte y la industria, además de los consumidores particulares, continúan afectados por la falta de gasolina y diésel en el mercado. La normalización de la situación será observada de cerca, pues la escasez de combustibles representa un desafío tanto económico como social para el país.

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