Aseguran que se regulariza venta de combustible en surtidores
piden a la población tener "paciencia y calma"
Bolivia empieza a ver la luz al final del túnel de la crisis de combustibles: el gobierno asegura que la situación se regulariza y pide calma a la población. La grave crisis de combustible que ha golpeado a Bolivia en las últimas semanas parece empezar a dar señales de normalización, según las últimas declaraciones de las autoridades.
El ministro de Hidrocarburos y Energías, Alejandro Gallardo, aseguró que la comercialización de gasolina y diésel en las estaciones de servicio del país está en proceso de regularización, por lo que hizo un llamado a la población para que mantenga la paciencia y evite generar disturbios que puedan agravar la situación.
En un informe de Erbol, Gallardo destacó que las filas de vehículos en las estaciones de servicio están comenzando a disminuir, y que en algunos departamentos la situación ya se está normalizando. A pesar de que aún persisten algunas largas colas en las principales ciudades, las autoridades aseguran que el problema de desabastecimiento está siendo resuelto gradualmente.
“Ya se está distribuyendo combustible a la población, lo único que pedimos es calma. Los volúmenes de gasolina y diésel que solicitamos están llegando. Si generamos algún tipo de disturbio, solo vamos a empeorar la situación”, declaró Gallardo, haciendo un llamado a la responsabilidad colectiva para evitar tensiones innecesarias.
En paralelo, la gerente de Productos Derivados e Industrializados de YPFB, Gabriela Delgadillo, informó que más de 125 cisternas con combustibles están en camino al país, provenientes de la Terminal Portuaria de Sica Sica en Arica, Chile. Esta medida, junto con la importación de grandes volúmenes de combustible, busca asegurar el suministro a corto plazo.
Según Delgadillo, este esfuerzo por importar grandes cantidades de gasolina y diésel permitirá que, en el transcurso de esta semana, las filas tanto de gasolina como de diésel desaparezcan en su totalidad. En este sentido, también se destacó que el fin de semana pasado, un buque descargó aproximadamente 40 millones de litros de gasolina en la terminal portuaria de Sica Sica, y otro envío de igual volumen está programado para este lunes.
Por su parte, el presidente Luis Arce expresó su confianza en que la provisión de carburantes en Bolivia se normalizará en los próximos días, destacando que el gobierno está tomando todas las medidas necesarias para evitar que el desabastecimiento se prolongue.
La situación de las estaciones de servicio en Bolivia había alcanzado niveles de desesperación en los últimos días, con largas filas de vehículos que esperaban horas para poder cargar combustible, lo que desató protestas y situaciones de violencia en algunos puntos del país. Las autoridades han insistido en que la regularización del suministro está en marcha, pero también han pedido a la ciudadanía evitar los actos de violencia y mantener la calma mientras se resuelve la crisis.
El llamado a la paciencia de las autoridades se ha convertido en uno de los mensajes más repetidos en las últimas horas, con la esperanza de que la llegada de estos volúmenes de combustible pueda aliviar la presión y devolver la normalidad a los surtidores en todo el país. Sin embargo, la incertidumbre sobre la duración de la crisis y el impacto económico de la falta de combustible aún sigue siendo una preocupación para muchos bolivianos.
Mientras tanto, la atención se mantiene en las importaciones de combustibles, que podrían ser la clave para resolver esta crisis que ha afectado tanto a los ciudadanos como al sector productivo de Bolivia.