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Una jaguar atacó a su cuidador en Santa Cruz

Un jaguar se escapó de un bioparque y acabó con la vida de uno de sus cuidadores. Esta tragedia en Santa Cruz de la Sierra pone en evidencia la situación de la especie en Bolivia. ¿Cuántos jaguares son cazados en el país y para qué? En este artículo, te damos toda la información.

Carlos Castillo, de 37 años, era el ambientalista más experimentado del Bioparque Playland, un refugio que alberga animales silvestres, entre ellos jaguares rescatados. Allí vivían Toto, Princesa, Mosita y dos cachorros nacidos en el lugar. Toto había sido criado en Pando por un docente que lo tenía encadenado. Princesa y Mosita también fueron criadas como mascotas y rescatadas posteriormente.

¿Qué fue lo que pasó?

Según informó la fiscal asignada al caso, hubo un descuido al cerrar la puerta principal del área de los felinos. En ese momento, la jaguar Mosita se escapó, caminó por el lugar y se lanzó sobre Castillo, quien se encontraba limpiando. El felino lo arrastró 150 metros y terminó con su vida, causándole heridas mortales en el cuello que le provocaron un shock hipovolémico debido a una pérdida grave de sangre. Posteriormente, la jaguar fue sedada y trasladada al zoológico municipal.

¿Por qué los jaguares terminan en esos refugios?

El zoológico municipal alberga al menos seis jaguares, todos rescatados. Principalmente, estos animales llegan al refugio porque se mata a las madres jaguares cuando intentan cazar en lugares que antes eran su territorio y que hoy están ocupados por estancias ganaderas. Muchas de sus crías quedan huérfanas y son cuidadas en casas de personas hasta que crecen y deciden llamar a las autoridades para que se los lleven. Sin embargo, al haber sido acostumbradas a los cuidados humanos, no pueden ser devueltas a la vida salvaje.

La caza y el comercio ilegal de partes de jaguar

Otro de los grandes problemas es la caza para comercializar partes del jaguar, como piel, colmillos, cráneos y garras. Hasta 2016, se habían incautado 380 colmillos, correspondientes al menos a 95 jaguares, según la organización Batam. La demanda está principalmente en el mercado de China y se incrementó en Bolivia en 2014, tras la llegada de obreros de empresas chinas que se adjudicaron megaproyectos en el país. Cada colmillo puede costar hasta 100 dólares y diez veces más en China, donde son usados como potenciadores sexuales, cura de enfermedades y símbolo de estatus.

Activistas lamentan la falta de policías especializados en las selvas bolivianas. Mientras tanto, el tráfico de animales es el tercer ilícito más importante y lucrativo del mundo, por debajo de las armas y las drogas, y en Bolivia no es la excepción.

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