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Quién ganó y quién perdió con los bloqueos de Evo Morales en Bolivia

Tras 24 días de bloqueos en Bolivia, organizados por seguidores de Evo Morales, la movilización finalmente llega a su fin en medio de una profunda crisis económica que afecta al país. Estos bloqueos, que comenzaron el 14 de octubre, fueron impulsados principalmente por la intención de Evo Morales de deshacerse de las acusaciones legales en su contra, relacionadas con estupro, trata de personas y tráfico por su presunta relación con un menor de 15 años durante su presidencia, cuando él tenía 56 años.

La movilización tenía como principal objetivo presionar al gobierno de Luis Arce para que levantara los procesos judiciales contra el expresidente. Morales exigió la anulación de los ocho procesos penales que enfrenta, especialmente uno que lo señala de abuso sexual y otros delitos graves. Sin embargo, a pesar de la intensidad de la medida, no logró su propósito. El gobierno no cedió y no levantó las acusaciones en su contra.

Aunque Morales convocó a un diálogo y pidió un «cuarto intermedio», sus seguidores continuaron con los bloqueos en privado, lo que reflejó la inconsistencia en las decisiones del líder político. Tras más de tres semanas de bloqueos, la movilización perdió fuerza. Los puntos de bloqueo pasaron de 25 a solo 11, y finalmente, los manifestantes decidieron levantar las medidas, pero solo por 72 horas.

¿Qué se ganó y qué se perdió? La principal victoria para Evo Morales fue demostrar que su influencia sigue siendo fuerte en el trópico de Cochabamba, pero no logró su objetivo de habilitarse para las elecciones de 2025 ni de anular las acusaciones legales que enfrenta. Por otro lado, la mayor derrota recayó sobre la economía de Bolivia, que ya atravesaba serias dificultades debido a la falta de dólares y combustibles.

La economía del país sufrió pérdidas millonarias, con sectores como el comercio e industria reportando pérdidas superiores a los 2.000 millones de dólares. Los bloqueos afectaron a las exportaciones y producción agrícola, con frutas y otros productos perecederos siendo desperdiciados en las carreteras, mientras los comercios en Cochabamba se vieron obligados a cerrar por falta de suministros.

La situación fue tan crítica que las ciudades experimentaron largas filas de personas buscando gasolina y diésel, y algunos ciudadanos tuvieron que pasar la noche en sus vehículos para poder obtener unos pocos litros de combustible. Economistas coinciden en que la crisis económica no es solo producto de los bloqueos, sino también de la falta de divisas y de la escasa liquidez en el país.

En conclusión, mientras Evo Morales se vio limitado en sus objetivos políticos, Bolivia sufrió profundamente las consecuencias de un conflicto que dejó huellas en su ya debilitada economía, evidenciando la falta de una estrategia efectiva para resolver los problemas estructurales que enfrenta el país.

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